Senderistas, turistas y, en general, excursionistas de todas las edades han hecho de este barranco uno de los lugares más visitados de la Isla. Todos ―niños, jóvenes y adultos― han soñado y vivido experiencias inolvidables entre sus riachuelos de agua, sus cascadas y sus frondosos árboles. El hábitat generado por el agua, que discurre permanentemente a cielo abierto, propicia toda una biodiversidad en equilibrio que nos regala maravillosos olores y colores a lo largo de su recorrido.

El barranco de Los Cernícalos tiene unos 12 km de longitud y se halla integrado en el Espacio Natural de la Reserva de Los Marteles, con una extensión de 3.568,7 hectáreas. Este barranco nace en las estribaciones de la Caldera de Los Marteles, a 1.500 metros de altitud, y finaliza su estrecho y serpenteante trayecto en Tecén, cuando se une al barranco de San Miguel. Divide a dos municipios: Telde y Valsequillo; pero, a la vez, une a toda una población en su conservación: los amantes de la naturaleza.

 

PRIMER TRAMO A PIE:
Aparcamiento-Entrada del barranco. 15 minutos. 500 metros.

Comenzamos en el área recreativa, donde se han dispuesto varias mesas para un delicioso picnic. Fuera de la carretera, tomamos una estrecha vía de hormigón que asciende entre las viviendas residenciales. Es una pequeña subida acondicionada solo para los habitantes de la zona. Nosotros la hacemos caminando sin salirnos del trayecto indicado hasta su final, donde una señal de madera marca el inicio del tramo de tierra por el centro del cauce del barranco.

 

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SEGUNDO TRAMO A PIE:
Castillo-Cauce del barranco hasta cascada de dos niveles. 1:45 h. 3 km.

Nos introducimos en el barranco entre la abundante vegetación. A medida que ascendemos, el camino se nos presenta más definido. Torcemos a la izquierda para subir unas piedras y conectar con una pista de tierra abandonada rodeada de grandes acebuches.

A la derecha, la pista nos llevará hasta un antiguo pozo (una construcción en desuso), donde finaliza la pista de tierra y comienza el canal de agua. Avance sobre la acequia un pequeño tramo, hasta llegar al camino que se abre entre los sauces.

A partir de aquí, siempre junto al agua, el camino va ascendiendo el barranco, sorteando pequeños caideros hasta su final, que es la cascada de dos niveles. Hasta este punto el sendero se encuentra medianamente acondicionado. Si bien por encima de esta cascada existen otras dos más grandes, el camino está muy erosionado y se desaconseja su realización.

 

TERCER TRAMO A PIE:
Regreso por el mismo camino. 2 horas. 3,5 km.

A la sombra de enormes saos o sauces, y después de refrescarnos con el agua que fluye libremente, toca regresar realizando el mismo trayecto en sentido contrario.

Qué descubrir ; El Sao o sauce canario; Conocido como sao, es un árbol endémico de la Macaronesia que crece en Madeira y Canarias, donde podemos hallarlo en todas las islas menos en Lanzarote y Fuerteventura. Se trata de una especie higrófila (requiere humedad constante) que es posible ver en los barrancos con curso de agua habitual, así como alrededor de arroyos y pequeñas lagunas o humedales de nuestras islas.

En condiciones óptimas, el Salix canariensis llega a medir hasta diez metros de altura. Posee un tronco gris verdoso que, con la edad, se vuelve cada vez más parduzco y agrietado; las ramas son verdosas, delgadas y suaves, aunque se van tornando rugosas con el paso del tiempo.

 

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Cómo llegar:

Es necesario tomar la carretera que sube desde Telde al Lomo Magullo, la GC- 131. Pasada la plaza de este pequeño pueblo, avanzamos unos 400 metros, donde nos desviamos a la derecha para ir en dirección a Los Arenales y Cernícalos (GC-132). Hay señales que nos ayudarán a orientarnos.

Punto inicial y final; Los Arenales del Lomo Magullo, área recreativa
Recorrido: 7 KM (ida y vuelta)
Duración: 4 horas
Nivel: bajo-medio
Teléfono de emergencia: 112
Transporte TELBUS: +34 928 699 968.

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